Brasil se distingue en un informe del Comité para Refugiados de los EU.UU.

4 septiembre 2009

El país está entre los que mejor reciben a refugiados en el mundo

Por Carolina Montenegro*


Brasil, Ecuador y Costa Rica fueron nominados como los mejores países del mundo para refugiados, según la Encuesta Mundial de Refugiados 2009 del Comité para Refugiados e Inmigrantes de los Estados Unidos (USCRI, en su sigla en inglés).

Del lado opuesto están Tailandia, Sudáfrica, Gaza, Malasia, Kenia, Egipto y Turquía, lugares donde están en vigencia las violaciones a los derechos humanos, prevaleciendo la falta de asistencia adecuada para las poblaciones de refugiados.

La organización, que desde hace unos 100 años es una de las voces más activas en defensa internacional de los derechos a los refugiados, publica este estudio anualmente. Los países, que constan en la encuesta, son evaluados según criterios como protección física, prisión, acceso a la Justicia, libertad de movimiento y derecho al empleo.

Citando números del Acnur (Alto Comisariado de las Naciones Unidas para Refugiados), el informe indica que en Brasil fueron registrados 21.400 refugiados y solicitantes de asilo en 2008. La mayoría de ellos, llegados de Colombia y Angola.

El texto resalta que «los refugiados reciben documentos que aseguran su derecho de permanecer en Brasil, tienen derecho a documentos de identidad, como cualquier extranjero que resida legalmente en el país».

Otros puntos positivos destacados son los derechos de los «solicitantes de refugio presos por acusación de algún delito, que tienen derecho a un abogado del estado» y «la inexistencia de campos de refugiados en el país, hay libertad de movimiento y los refugiados pueden establecerse donde quieren». La excepción es el programa de reasentamiento del gobierno brasileño con el Acnur, que atiende solo a colombianos y a un grupo de 117 palestinos que vinieron al país en 2007, y establece ciudades predeterminadas para recibir a los refugiados, de acuerdo con los requisitos de asistencia y adaptación.

La mayor parte de los refugiados acogidos en Brasil elije vivir en áreas urbanas, y aquellos que quieren hacer viajes internacionales pueden hacer su solicitud al CONARE, siempre que puedan hacer frente a sus propios gastos de viaje. La nacionalidad brasileña, mientras tanto, solo puede adquirirse luego de unos 10 años de residencia en Brasil.

Con relación al ingreso al mercado de trabajo, la encuesta muestra que los refugiados también disfrutan de los mismos derechos laborales que los ciudadanos brasileños. Pueden tener cuentas bancarias y ser dueños de propiedades.

Por otro lado, sectores económicos cerrados a extranjeros en general, como minería, medios y transporte, también están restringidos a los refugiados. «Y la demora para recibir los documentos de identidad en los Estados do Amazonas y São Paulo hacen más difícil el acceso de los refugiados al crédito».

Dificultades estas que están muy lejos de la dura realidad que los refugiados encuentran en otros países. El año pasado, la Marina de Tailandia devolvió al mar decenas de barcos llenos de refugiados venidos de Myanmar. En Sudáfrica, ataques xenofóbicos mataron decenas de extranjeros y llevó a miles a dejar sus casas.

En Gaza, una ofensiva israelí mató 1.400 palestinos, la mayoría civiles. En Malasia, refugiados deportados son vendidos como mano de obra esclava. En Kenia, continúa la superpoblación de los campos de refugiados, mantenidos desde hace décadas para acoger a somalíes y cada vez son más frecuentes los casos de deportación forzada, violencia y corrupción en la frontera entre los países.

En Egipto, policías tiraron y mataron más de 30 inmigrantes africanos que intentaban cruzar la frontera para Israel. Mientras que Turquía mantuvo la política de deportar a centenas de solicitantes de asilo de vuelta a sus países de origen, sin ninguna garantía de protección. En un episodio, cuatro personas murieron al ser forzadas a nadar por un río de vuelta para Irak.

Para leer el informe: http://www.refugees.org/FTP/WRS09PDFS/BestandWorst.pdf

* Reportera Especial Refugees United